Hace unos días veíamos la actriz Demi Moore en diferentes medios de comunicación al perder dos piezas dentales. Y lo curioso es que como ella misma contaba, no había sido por una caída o por un accidente, sino por estrés. ¿Es este un caso extraño? La respuesta es que no.
El estrés es un problema de salud que afecta a millones de personas y que está relacionado con nuestro estilo de vida, y que se manifiesta también en nuestra salud bucodental, a través del bruxismo, un hábito por el que, de manera inconsciente, una persona aprieta los dientes o los hace rechinar produciendo un desgaste que puede llevar a la rotura o pérdida de una pieza dental.
Bruxismo: qué es y cuáles son los tipos
El bruxismo es una afección que tiene origen nervioso o psicológico y que consiste en apretar —bruxismo céntrico— y/o rechinar los dientes con movimientos laterales de la mandíbula —bruxismo excéntrico—.
Hay pacientes que lo hacen solo dormidos y otros que lo hacen también despiertos a lo largo del día. Suelen ser personas sometidas a una gran dosis de presión y de estrés en su vida diaria, a veces reforzada por un temperamento ansioso o depresivo. El bruxismo, por tanto, se desencadena en la mente.
Síntomas de bruxismo
Normalmente, los pacientes no saben que tienen bruxismo hasta que el propio dentista se lo comenta en una de sus consultas. El odontólogo, al observar el desgaste exagerado de los dientes, e incluso una reducción de la dimensión vertical de la cara puede afirmar que exista el problema.
Si tienes alguno de estos otros síntomas es posible que sufras bruxismo:
• Tener una sensibilidad mayor en los dientes, en especial a primera hora de la mañana.
• Dolor en los oídos y/o de cabeza.
• Limitación de la apertura de la boca y/o asimetría en el movimiento de la mandíbula al abrir la boca.
• Que te crujan las mandíbulas.
Tratamiento del bruxismo
Para tratar este problema, lo recomendable es utilizar una férula de descarga, un molde que se coloca sobre los dientes y que evita la erosión del esmalte dental al apretar los dientes durante la noche.
Se suele confeccionar una férula de descarga nocturna, pero a veces también diurna, para proteger los dientes, principalmente para las personas rechinadoras. También al mantener en una posición de alargamiento a la musculatura masticatoria, ayuda a disminuir su tono muscular, si bien es cierto que algunos individuos siguen apretando los dientes a pesar de la férula, persistiendo la fatiga muscular y los trastornos músculo-esqueléticos que esto ocasiona.
Además en el caso e dolor o bloqueo mandibular el fisioterapeuta también puede ayudar a aliviar las molestias.
Sin embargo, es interesante recordar que esto no es una solución definitiva, sino una forma de aliviar las molestias bucodentales. Identificar las causas de esta estrés es la clave para atacar el bruxismo.
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